Introducción

“La pastoral juvenil sólo puede ser sinodal, es decir, conformando un caminar juntos que implica una valorización de los carismas que el Espíritu concede según la vocación y el rol de cada uno de los miembros [de la Iglesia], mediante un dinamismo de corresponsabilidad [...]. Animados por este espíritu, podremos encaminarnos hacia una Iglesia participativa y corresponsable, capaz de valorizar la riqueza de la variedad que la compone, que acoja con gratitud el aporte de los fieles laicos, incluyendo a jóvenes y mujeres, la contribución de la vida consagrada masculina y femenina, la de los grupos, asociaciones y movimientos. No hay que excluir a nadie, ni dejar que nadie se autoexcluya” (ChV 206).

En este espíritu queremos convocar a los distintos grupos juveniles que existen en la Arquidiócesis para que puedan aportar con su riqueza y expresar la rica diversidad de la Iglesia. Queremos vivir una fiesta que integre a todas las parroquias, movimientos y carismas en una Jornada de 24 horas en la que se respire una fe joven, alegre y profunda.

Fruto de este ambiente juvenil se llevan a cabo multitud de actos: conciertos, talleres, catequesis, oraciones, encuentros con jóvenes, etc. En definitiva, es una gran fiesta juvenil donde se respira la frescura de la fe vivida en comunión.